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Entertainment

Dos fans de Ana de Armas demandaron  a Universal al no verla aparecer en la película

Conor Woulfe y Peter Michael, dos  fans de Ana de Armas, que hace ya un año decidieron pagar por alquilar la película ‘Yesterday’, de Danny Boyle, con la esperanza de ver a su actriz favorita actuar.

La película contaba la historia de un músico que, tras un apagón mundial, se despierta viviendo en una realidad alternativa en la que nunca han existido los Beatles como grupo y, por tanto, utiliza sus canciones para hacerse famoso. Tanto Conor como Peter esperaban ver a la intérprete cubana en el largometraje, pero no fue así.

En un principio, Ana daba vida a Roxanne, una mujer que tenía una conexión especial con el protagonista, Jack Malick, interpretado por Himesh Patel. Una vez estuvo acabada la película, tanto el director como el guionista Richard Curtis decidieron hacer varias pruebas de proyecciones con el público y observaron que la mayoría de los espectadores no veía con buenos ojos el personaje de Ana de Armas. En el visionado, los espectadores argumentaron que el protagonista solo debía fijarse en la mujer que se presentaba desde el inicio como su principal interés romántico, Ellie Appleton, interpretada por Lily James.

Tras estas reacciones, director y guionista decidieron eliminar todas las escenas del personaje de Ana de Armas del metraje final. Al no ver, como esperaban, a su actriz favorita, Conor y Peter se sintieron estafados y decidieron dar un paso más allá de reclamar el dinero: presentaron el pasado mes de enero una demanda contra el estudio Universal pidiendo la descomunal cifra de cinco millones de dólares bajo el concepto de daños y perjuicios.

Aunque en la demanda alegaron que “la promoción de la película ‘Yesterday’ es falsa y engañosa”, no creyeron que fuese a llegar a ningún sitio una vez se enfrentaron al ejército de abogados del gran estudio de cine, que argumentaron que un tráiler es una expresión artística y que, por lo tanto, está protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de EEUU, que versa sobre la libertad de expresión.

Para sorpresa de todos, el juez encargado de llevar el caso ha rechazado contra todo pronóstico la defensa de Universal y ha admitido la demanda a trámite esta semana: “Universal está en lo cierto al defender que hay un factor creativo involucrado en los tráileres, pero esta creatividad no tiene un mayor peso que su naturaleza comercial”, escribió el juez Steven Wilson en su dictamen. “Por su naturaleza, un tráiler es un anuncio diseñado para vender una película, presentando a los consumidores un avance de la misma”.

¿Qué pasará ahora? Pues que el caso pasa a la siguiente fase judicial, donde se dictaminará si el tráiler de la película vulneró la legislación estadounidense sobre publicidad engañosa. Todo esto está suponiendo un revuelo y podría sentar un precedente y cambiar la manera en la que Hollywood presenta sus tráileres para atraer a la audiencia, por ejemplo en el caso de Marvel, que en varias ocasiones han introducido deliberadamente escenas falsas en sus avances para luego sorprender a la audiencia en el estreno.Más allá de lo que Peter y Michael puedan recibir, la lección que sacamos de todo esto es que, por muy difícil o insignificante que parezca, hay que luchar siempre ante las injusticias, ya que, si como los dos amigos tienes suerte, te puedes llevar una grata sorpresa ¡o incluso cambiar la industria cinematográfica!