Trump fue abucheado y vitoreado en el Kennedy Center mientras asistía a ‘Los Miserables’

 El dramatismo en la audiencia rivalizó con el espectáculo en el escenario el miércoles en el Kennedy Center, a donde el presidente Donald Trump asistió para el estreno de “Los Miserables” mientras afianza su control sobre la venerable institución de las artes escénicas.

Era la primera vez que asistía a un espectáculo allí desde su elección, y fue abucheado y ovacionado al sentarse junto a la primera dama Melania Trump. Casi al final del intermedio, alguien maldijo su nombre en voz alta, provocando aplausos. Varias drag queens se encontraban entre el público; su presencia era una protesta contra las quejas de Trump de que el Kennedy Center había albergado demasiados espectáculos de drag en el pasado.

A pesar de la condena, el evento tuvo un aire a Broadway. Ric Grenell, el director interino del Kennedy Center designado por Trump, estuvo presente, al igual que el vicepresidente J.D. Vance y su esposa, Usha. Antes del inicio del espectáculo, la fiscal general Pam Bondi conversó con los invitados y el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr. , se tomó selfis. Laura Loomer, la conspiranoica que ha asesorado a Trump en decisiones de personal, publicó un video desde un asiento cerca del escenario.

Trump caminó por la alfombra roja con la primera dama cuando llegaron al Kennedy Center, que ha estado rehaciendo a su imagen y aunque eliminando lo que describe como ideología liberal.

El presidente republicano siente un cariño especial por «Los Miserables», el extenso musical ambientado en la Francia del siglo XIX, y ocasionalmente ha interpretado sus canciones en sus eventos. Una de ellas, «¿Oyes cantar al pueblo?», es un grito de guerra revolucionario inspirado en la rebelión de 1832 contra el rey francés.

La producción de tres horas incluyó cantos y bailes, con el sonido de explosiones y disparos inundando el teatro mientras manifestantes y soldados se enfrentaban en el escenario. Para los críticos de Trump, fue un eco inquietante de lo que está sucediendo en Los Ángeles , donde Trump ha desplegado tropas de la Guardia Nacional en respuesta a las protestas por sus políticas de deportación.

“Que alguien le explique el complot”, escribió en las redes sociales el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom.

Terry Gee, un camarero, compró su entrada para el espectáculo en noviembre y no le importó la presencia de Trump. Es la sexta vez que ve «Los Miserables» y dijo: «Voy a disfrutar del espectáculo de todas formas».

Hannah Watkins, una enfermera, se enteró de que Trump estaría allí cuando el Centro Kennedy distribuyó información sobre seguridad adicional y buscó en Internet para ver qué estaba sucediendo.

«He visto a mucha gente famosa hasta ahora, lo cual es emocionante», dijo Watkins, quien había reservado un lugar cerca de la entrada VIP con su madre. «La verdad es que nos encanta ‘Los Miserables’ y estamos emocionados de estar aquí».

Antes de Trump, la participación presidencial en los asuntos del Centro Kennedy se había limitado a nombrar a los miembros de la junta directiva y asistir a la grabación de su programa anual de honores en el otoño.

Pero tras regresar al cargo en enero, Trump sorprendió al mundo artístico al despedir al veterano director y a la junta directiva del Centro Kennedy y reemplazarlos por personas leales, quienes posteriormente lo nombraron presidente. Trump prometió reformar su programación, administración e incluso su apariencia como parte de un esfuerzo por dejar su huella en la escena artística nacional.

Sus últimos movimientos han molestado a algunos de los clientes y artistas del centro