Trump habla de los disparos a periodistas y dice que no debería haber abandonado la Casa Blanca tras la derrota de 2020

 Donald Trump pronunció un discurso profano y cargado de conspiraciones dos días antes de las elecciones presidenciales , en el que habló de periodistas baleados y sugirió que “no debería haber abandonado” la Casa Blanca después de su derrota en 2020 ante el demócrata Joe Biden .

En unas declaraciones que no se parecen en nada a su discurso habitual en la recta final de la campaña , el expresidente puso en duda repetidamente la integridad de la votación y resucitó viejos agravios por haber sido procesado tras intentar revertir su derrota hace cuatro años. Trump intensificó sus ataques verbales contra un liderazgo nacional «groseramente incompetente» y los medios estadounidenses, dirigiendo su mitin en Lancaster, Pensilvania, en un momento dado hacia el tema de la violencia contra miembros de la prensa.

El candidato republicano a la Casa Blanca destacó el vidrio balístico que le colocaron frente a los eventos posteriores al intento de asesinato de un hombre armado en julio durante un mitin en Butler, Pensilvania. Trump habló de lugares donde vio huecos en esa protección.

Fue la segunda vez en los últimos días que Trump habló sobre armas apuntadas a personas que él considera enemigas. Insinuó que la exrepresentante Liz Cheney, una destacada crítica republicana, no estaría dispuesta a apoyar guerras extranjeras si le dispararan “nueve cañones”.

A menos de 48 horas del día de las elecciones, Trump continúa promoviendo falsedades sobre los comicios y argumentando que solo puede perder ante la demócrata Kamala Harris si le hacen trampa, pese a que las encuestas sugieren una carrera reñida.

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Algunos de sus aliados, en particular el ex estratega jefe Steve Bannon, lo han alentado a declarar la victoria prematuramente el martes, incluso si la contienda es demasiado temprana para predecir un ganador. Eso es lo que hizo Trump hace cuatro años, iniciando un proceso de lucha contra los resultados electorales que culminó en la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.

Durante gran parte de este año, Trump ha llevado adelante una campaña relativamente disciplinada que hizo hincapié en los temas y los votantes que sus colaboradores creen que podrían darle la victoria, al mismo tiempo que se aferraba a teorías falsas sobre fraude electoral y hacía frecuentes digresiones que generaban controversias. Pero esa disciplina está cada vez más desmoronándose.

En las últimas semanas, Trump ha bromeado sobre los genitales del golfista Arnold Palmer, siguió usando un lenguaje sexista o de género en sus esfuerzos por ganarse a las mujeres y organizó un mitin en el Madison Square Garden de Nueva York que incluyó insultos crudos y racistas que dominaron los titulares.

Susie Wiles, codirectora de campaña de Trump y a quien durante mucho tiempo se le atribuye haber puesto orden en su operación política a menudo caótica, observó al expresidente en silencio desde fuera del escenario el domingo.

Su campaña posteriormente buscó aclarar su significado al hablar de los medios de comunicación.

“El presidente Trump habló brillantemente sobre los dos intentos de asesinato contra su propia vida, incluido uno que estuvo a un cuarto de pulgada de matarlo, algo de lo que los medios hablan y bromean constantemente”, dijo el portavoz de la campaña, Steven Cheung, en un comunicado. “La declaración del presidente sobre la colocación de vidrios protectores no tiene nada que ver con los medios de comunicación que resultaron perjudicados ni con nada más”.