Es una lucha hasta el final en las carreras que determinarán el control del Congreso.

el control del Congreso están en un punto muerto, en esencia, una batalla sin cuartel para la Cámara de Representantes y una lucha a muerte para el Senado.

El resultado de las elecciones del martes determinará el futuro del país y si la nueva Casa Blanca tiene aliados o escépticos en el Capitolio o enfrenta un Congreso dividido como esta última sesión, que ha sido una de las más tumultuosas e improductivas de los tiempos modernos.

Mientras los votantes evalúan sus opciones presidenciales entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, también están evaluando quién los representará en el Congreso.

“This is why I’m an independent,” said voter Gary Motta of Cuyahoga Falls, Ohio, who isn’t happy with either choice for president, as he showed up at an early Sunday morning event for Republican Kevin Coughlin, who is trying to unseat Democratic Rep. Emilia Sykes.

La lucha por el control del Congreso se ha prolongado durante meses. Los candidatos han luchado por los grandes temas —la economía, la frontera, la atención de la salud reproductiva y el futuro de la democracia— pero también por el Congreso mismo, que tuvo una sesión caótica cuando la Cámara de Representantes, liderada por el Partido Republicano, destituyó a su presidente y apenas logró evitar los cierres gubernamentales.